Hospitalidad: Por una cultura de solidaridad e inclusión con las personas migrantes y refugiadas.
(Servei Jesuïta a Migrants) El mundo está viviendo el mayor éxodo de refugiados y desplazados forzosos. Este fenómeno convive con la llegada masiva a nuestras costas de migrantes de países en conflicto de África y Oriente Medio, así como de exiliados de diferentes latitudes, que huyen de la violencia, el hambre, la pobreza y la desigualdad. Esta realidad nos interpela y nos obliga a reflexionar sobre nuestra capacidad de acogida, nuestra capacidad de empatía con el sufrimiento y nuestra capacidad de cooperación con las causas que originan tanto dolor, desigualdad e injusticia.
Por un lado, nos impulsa a trabajar para revertir las causas que obligan a las personas a migrar y a buscar soluciones en los países de origen, por medio de la cooperación al desarrollo y la coherencia de políticas. Además, en un mundo en movimiento, pero de fronteras cerradas, nos impulsa a acompañar la dura realidad del tránsito de las personas migrantes.
Una mirada más cercana nos impulsa a contribuir en la construcción de una cultura de solidaridad e inclusión con las personas migrantes y refugiadas por medio de experiencias de hospitalidad, acogida y convivencia con personas migrantes. Estas experiencias buscan articular la solidaridad ciudadana para: dar una respuesta integral a las personas migrantes que responda a los vacíos del sistema nacional de protección e integración; y promover experiencias de encuentro y hospitalidad que faciliten la integración, la convivencia y la construcción de sociedades plurales.
En el marco de la Campaña Hospitalidad de la Compañía de Jesús, la red del Servicio Jesuita a Migrantes ha impulsado la puesta en marcha de un proyecto de acogida que busca para responder a dos momentos:
- La primera acogida, la acogida de emergencia y acogida temporal de personas migrantes que llegan e España y no pueden acceder a los recursos de sistema de acogida por falta de plazas. Esta acogida es de un tiempo no superior a 9 meses y dura hasta que las personas pueden acceder a una plaza en el sistema de acogida.
- La acogida de larga duración (hasta 2 años) a personas migrantes vulnerables, especialmente familias, una vez que han agotado las ayudas del sistema de acogida y que necesitan más apoyo para lograr su autonomía.
El proyecto se extiende por Barcelona, Madrid, Sevilla, Bilbao y Valencia, y articula familias y personas que quieren acoger, comunidades laicas y religiosas, recursos y programas residenciales. La red cuanta con más de 300 voluntarios y acoge a más de 100 personas migrantes en necesidades de protección cada año.