Nueve puertas
Alicia Guidonet (Espai Interreligiós) El día 16 de febrero empezó el ciclo “Diàlegs interreligiosos a l’entorn dels fogons”, una propuesta organizada conjuntamente con Casa Turca Barcelona. Nuestra experiencia nos dice que es posible conocer una tradición religiosa a partir del hecho alimentario. La alimentación nos permite identificarnos, mostrar quienes somos como grupo. Por eso mismo da la oportunidad a los otros de conocernos, añadiendo un aspecto importante: la comensalidad, el compartir con los otros quienes somos. Identificar una manera de alimentarse con un grupo social o cultural es tarea bien difícil: huigmos de estereotipos y por eso mismo, afirmamos que no existe una cocina asociada a un grupo. Efectivamente, la gramática culinaria se declina en cada pequeño grupo humano y por esa razón podemos hablar de tantas cocinas como grupos familiares o comunitarios existen. Cada uno de estos dará su "aire" familiar. No obstante, y siendo conscientes de esta premisa, también es posible constatar que, gracias a la capacidad simbólica del ser humano, la materialización de las ideas, creencias o experiencias compartidas, posibilita la existencia de "construcciones" alimentarias -platos- que muestran estas ideas, creencias o experiencias, y que, como decimos, facilitan que algun otro los comparta.
La propuesta que desarrollamos este año empezó con la comunidad Bahá’í y gira alrededor del ciclo de la vida. Un grupo desconocido para muchas personas, que tiene una comunidad muy viva no solo en Barcelona sino en otras poblaciones de Cataluña. Una fe que se caracteriza por su apertura a las otras tradiciones. La Fe Bahá’í, fe monoteista nacida en Iran en el siglo XIX, tiene voación interreligiosa. Por eso mismo, sus templos tienen nueve puertas, porqué de esta manera expresan la capacidad para abrirese y acoger a otros. La austeridad, la simplicidad, también forman parte de sus rasgos identitarios. Sin ritos, ni celebraciones visibles, los y las bahá’í se reunen para compartir textos y orar. Tampoco vemos en la alimentación expresiones muy claras de su identidad como grupo. No obstante, es posible delimitar algunas elaboraciones para momentos puntuales como por ejemplo, para las bodas: en estos casos, lo que determina el plato cocinado es la elaboración (compleja, que requiere tiempo) y los ingredientes. De esta manera, se muestra el tono festivo y excepcional de la reunión: lo que se come también es extraordinario y "rico", en el sentido poco usual (por los ingrediente o el tiempo de preparación). La comunidad Bahá'í nos obsequió con una prepaación originaria de Iran: arroz y dos salsas, una con carne (Khoresh Fesenjun), y otra con berenjenas, Gheymeh Bademjan, además de una magnífica entrada de ensalada con pepino y tomate y salsa de yogurt (Mast Khiar). Como postres, una contundente -y deliciosa- pasta de harina y huevos, Zoolbia Bamieh (no dejéis de consultar nuestro blog para acceder a las recetas http://fogonesinterreligiosos.blogspot.com/2017/03/encuentros-interreligiosos-en-torno-los.html).
El encuentro no finalizó con la comida, pues después de la cocina y la mesa (que tuvo lugar en Migra), los Bahá’í nos abrieron las puertas de su comunidad (una nueva propuesta que hemos iniciado este curso): la oración conjunta y el diálogo distentido marcaron el final de una excepcional jornada compartida, en la que, el hecho alimentario permitió generar y mantener vínculos entre todas nosotras.